viernes, 6 de mayo de 2011

BUSCANDO LA VERDAD


Se ha hablado, se está hablando y se hablará hasta la saciedad, y cada uno intentará imponer su  verdad y sus intereses pasionales, pues nada van a conseguir sino imponer ese plus de satisfacción de haber ganado, simple orgullo y soberbia de prepotencia y de estar por encima del otro, y de no dar su brazo a torcer.

Hablo, ¡como si no!, del partido Barcelona-Madrid. Es curioso comprobar, una vez más, como un acontecimiento de tan poca trascendencia ocupa por unos días todos los ambientes de nuestro vivir y acontecer. Es de lo que se habla en numerosas tertulias, hogares y círculos sociales, pero, ¿para qué sirve eso? Ahora, cuando las aguas empiezan a bajar más serenas, intentaremos reflexionar de forma más razonada y tranquila. Es bueno para todos.

Sin embargo, puede servirnos para darnos cuenta de que la verdad no está en ti sino que se encuentra en todos. Tengo que confesar que yo me cuento entre todos y que el ambiente me coge a mí también. No en vano soy aficionado, no extremista, pero si bastante pasional del Barcelona, desde pequeño, Kubalista diría, y sufro esos apegos y esclavitudes.

Y hablo de esclavitud porque cuando uno no es capaz de liberarse de tales sentimientos y apegos está sometido a ese sentimiento, que lo domina y hasta le hace desvirtuar la verdad. Nos formamos un mundo y una verdad irreal que tratamos de justificar como sea y, sin darnos cuenta, nos autotraicionamos. En algunas ocasiones he hablado de esto.

Y todo esto puede traer, parece mentira pero es así, consecuencias graves de enfrentamientos personales, de pueblos y aficiones enfrentadas a muerte y, cualquiera sabe, cosas de mucha más trascendencia. Me parece que debemos alumbrarnos desde la única Verdad y arrojar luz sobre lo ocurrido sin apasionamientos interesados sino apasionados por encontrar la verdad.

Por eso, en mi esfuerzo de salir de ahí trato, pasada la tormenta, de ver las cosas de forma real, y de contemplarla serenamente y verdaderamente. Lo primero que no debemos perder de vista es que se trata de un juego, de un deporte, y nada más. Entregado el trofeo todo se acaba y empieza de nuevo la lucha. No pasa nada más.

No se debe obviar que hay un equipo superior a otro. Durante mucho tiempo, yo cuando joven y aficionado del Barcelona lo he sufrido y reconocido, el Real Madrid ha dominado al Barcelona. La época de Di Stéfano, con los consagrados Puskas, Gento, Marsal... fue una época gloriosa blanca. Creo que no tenían rival. Por cierto, podíamos recordar que ahí hubo juego turbio, porque Di Stéfano venía fichado por el Barcelona y el Madrid se metió por el medio. Con Kubala y Di Stéfano no había quien les ganara.

Pero esas cosas ocurren por negligencia de unos y avispamientos de otros. Quien se duerme puede después pagar su propia pereza y despiste. Y eso puede estar ocurriendo, en otro orden, hoy también. El Madrid no acierta con los fichajes, incluso de entrenador, y todo lo basa en el dinero. Hasta ahora le ha salido mal.

Pero, entrando en los partidos que nos ocupan, diremos que la entrada de Pepe a Alves es harto peligrosa e, independiente de que le pueda tocar o no, puede haber manipulaciones del vídeo, si Alves no retira la pierna puede haber una lesión grave.

Pepe, durante todo el partido, estaba jugando al límite de tarjetas y eso puede haber sido considerado también por el arbitro. Ahora, la pregunta es la siguiente: Si en lugar de Pepe es Busquet quien le entra a Cristiano u otro jugador de esa manera, ¿sería tarjeta roja para los aficionados y jugadores del Madrid? Esa es la cuestión y la medida de nuestras valoraciones. Indudablemente que ahora dirán que no, pero hay que sincerarse y ponerse en el lugar del otro. Eso ayudará a poder comprendernos.

De igual manera, podemos observar y analizar la jugada, del último partido, el gol anulado al Madrid. Creo que pudo haber falta a Cristiano, que el arbitro con buen criterio deja pasar por eso de la ley de la ventaja, pero, Cristiano al caer hacer caer también a Mascherano e impide que este pueda interceptar el balón e impedir que Higuaín tire a puerta, en este caso marcando.La realidad, según mi opinión y también la de algún arbitro consultado es que la ley de la ventaja no se puede aplicar desde que Cristiano se cae, porque al caerse pierde la ventaja. No hay ninguna ventaja.

Así las cosas, el arbitro debe pitar falta, libre directo, de Piqué a Cristiano y la siguiente jugada queda anulada. Eso es lo más justo y donde el arbitro falló. Luego, por segunda vez, volvió a fallar, pues dejando seguir la jugada y dar una ventaja que no existe, canta falta en la caída de Cristiano a Mascherano, y anula el gol de Higuaín. Si la caída de Cristiano es consecuencia del choque con Piqué, no debe considerar falta que luego derribe, en su caída, a Mascherano, y debe dejar que la jugada siga hasta su finalización en gol por Higuaín. Así que error sobre error.


En este caso, resultaría perjudicado el Barcelona al considerar un gol que estaba anulado por una falta previa de Piqué a Cristiano. Y en una segunda jugada, resultó perjudicado el Madrid por no tener esa falta a su favor, ¿quién sabe que pasaría?, ni tampoco el gol anulado. Pero de todo eso, fallos arbitrales, a considerar que le han robado la eliminatoria, y que hay una conspiración arbitral contra ellos, me parece otra historia y otras razones que se esconden en las limitaciones humanas.

También podría resultar ahora que la liga y demás competiciones son favores arbitrales, y que este equipo no ha ganado nada. Gran contradicción, pues el mejor equipo de la historia y del mundo, en este momento, y resulta que todo o muchas competiciones las gana por los favores arbitrales. Creo que los rivales han perdido los papeles y no han sabido comportarse como dignos perdedores.

Dos preguntas: Si Higuain no hubiese marcado, ¿qué se diría?. Y si en lugar de ocurrir eso en el área del Barcelona, ocurre en el área del Madrid, ¿qué dirían los jugadores, entrenador, directivos y aficionados del Madrid? ¿Estaría bien anulado el gol? Honradamente creo que todo cambiaría. Todo depende del lado que estemos. Y observamos que así ocurre en la política, en los negocios y en todos los ámbitos de nuestra vida. Por eso las cosas van como van.

Creo que lo razonable es observar que el Barcelona reune un plantel y equipo más conjuntado, más equilibrado, más técnico y, por lo tanto, mejor que el Madrid, y que es merecedor del resultado, a pesar de lo ocurrido, para estar en la final, ganar la liga, e incluso, la copa del Rey que perdió inmerecidamente, no por el arbitro sino porque en el deporte, como juego, entra el azar y la suerte, y en esa oportunidad estuvo de parte del más débil, y ganó.

Otra forma de contemplar las cosas es comprobar las ocasiones que ha tenido el Madrid de acercarse a puerta y poder marcar, y las que ha tenido el Barcelona. Ayer, el último partido, el Madrid tiró dos veces a puerta: "El gol anulado y el que marcó". No hubo más ocasiones. Tampoco, en el primer partido tuvo ocasiones repetidas. Sin embargo, el Barcelona ha sido el equipo con mas ambición y ocasiones para decantar la eliminatoria claramente. Sí, está Iker, pero siempre no le salen las cosas tan bien como este último. Y cuando no es así viene la goleada. 

De esta manera, el Real Madrid nunca le ganará al Barcelona sino de vez en cuando. Ya ven ustedes que de nueve partidos, si no recuerdo mal, de la era Guardiola, seis ha ganado el Barcelona, uno perdido, y dos empatados. La proporción seguirá siendo esa, mientras el Real Madrid no se deje de bobadas, empiece a hacer un equipo que juegue y, por supuesto, cambie de entrenador resultadista. Y, claro, el Barcelona siga con su misma política, de tan buenos resultados, y siga Guardiola u otro que siga su estela.

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