sábado, 7 de noviembre de 2009

ESTA ES LA REALIDAD


La pura realidad es que bajo una apariencia de búsqueda de libertad y derechos humanos, se esconde una dictadura impositiva que anula toda dignidad humana y todo derecho a ser libre y a ejercer la búsqueda del bien y la verdad. Porque ser libre es trabajar por el bien y la verdad que nos hace a todos iguales en dignidad y derechos.

Ser libre no es ejercer e imponer mis pensamientos, ni ir contra los valores naturales que proclaman el verdadero valor de la dignidad del hombre y la materialidad de las cosas. Ser libre se enmarca en el ejercicio de hacer todo aquello que, incluso no siendo mi propia satisfacción y ego personal, es lo mejor para el bien de los demás.

Y el bien de los de más está directamente relacionado con el poder ser dueño de tus pasiones, apegos, desordenes y esclavitudes que te someten y esclavizan a llevar unas actitudes de dependencia que te limitan e impiden que seas feliz. Porque cuando uno no hace lo que, en lo más íntimo de su ser desea, no es libre.

Todos experimentamos cuando, haciendo lo que nuestros sentimientos desean, inclinados por lo que nuestras apetencias más placenteras nos demandan que nuestra conciencia no queda satisfecha ni de acuerdo con esas actitudes. Detrás del gozo se esconde y aparece en su momento más libre el remordimiento del desacuerdo, la protesta del "no hago lo que quiero hacer y debo", y por el contrario me dejo arrastrar por el placer de lo que no debo hacer. Es la lucha del bien contra el mal.

Y cada uno sabe lo que debe hacer, pero también lo que hace y no debe, pero se resigna como el águila y se somete a la esclavitud de la ignorancia, de la resignación, de la mediocridad instalada y del acomodamiento fácil y confortable. Has encadenado tu verdadera libertad y aceptado la libertad dirigida, sometida, esclavizada, que se contradice y desdice de ser pura libertad.

Es el momento, la oportunidad, la hora de aquellos que vencidos por el egoísmo y la avaricia se erigen en dueños de los demás, decisores de los caminos a recorrer y mandadores de lo que es bueno o malo, de lo que se puede hacer o no, de la verdad o mentira... que en ellos no surte efectos porque ellos están por encima del bien o del mal.

Hay muchos ejemplos de esta realidad que está pasando y ocurriendo en nuestro mundo de hoy. Es increíble que se pudiera pensar que estas cosas iban a pasar, pues el hombre en evolución prometía ir para adelante y progresar en su propia libertad y bien. Sin embargo, la realidad pone al descubierto que ocurre lo contrario, y es contradictorio e inimaginable que esto se pudiera pensar.

Se hace necesario que los defensores del bien y la verdad, los amantes de la libertad bien entendida pongamos las cartas sobre la mesa y empecemos a llamar a las cosas por su nombre, a pesar de que en ello nos vaya la vida. Es la hora de defender la dignidad de la persona y de que el respeto se entienda como el mayor bien que salvaguarda al hombre.

No se trata de confundirnos y, en aras del respeto y libertad, "hacer cada cual lo que le viene en ganas", sino se trata de buscar la verdad y el bien que haga que la paz, felicidad y el amor, como búsqueda del bien del otro, sea lo que impere con igualdad y dignidad para todos los hombres.

Y está montada la opresión, la tiranía, la esclavitud que creyéndonos irradicada está más vigente que en los tiempos de Abrahán Lincoln. Todo sigue igual, "el hombre esclaviza al hombre", y en impensable que en pleno siglo XXI, donde se habla de derechos y libertades, hayan más esclavitudes y sometimientos que en tiempos de esclavitud. Todo está disfrazado, pero hoy el hombre es más esclavo, está más maniatado y desdibujado que antes.

Por una sólo sencilla razón: antes estaba sometido a una vida miserable, tratado peor o como un animal, pero hoy, aún teniendo una vida material más humana, es despojado de su dignidad y manejado como un títere al libre albedrío de los dueños y señores del mundo.




P.D. Yo acabo de dejar mi comentario en solidaridad a este debate. Apoya y deja el tuyo. En el enlace (click aquí) puedes hacerlo. Gracias.

7 comentarios:

Fernando dijo...

Como siempre claro y certero. No se podría explicar mejor la miseria de la situación que poco a poco nos están imponiendo.

Fernando dijo...

Fernando otra vez. Por favor, lee mi comentario en el blog "Puta Boheme". Pueden transmitirse ideas en lenguaje muy corriente. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Estimado Salvador.
Excelente post.
Este "progreso" que tenemos, no elimina la maldad del hombre, sino más bien ... "la perfecciona"; es así de simple.
La "libertad" está perdiendo la batalla por culpa de unos pocos que la están utilizando y ... perdona la expresión ... violando, haciendola perder todo su valor, como lo que está pasando con los "valores" fundamentales del genero humano.
BENDICIONES.

eligelavida dijo...

Salvador

Estoy totalmente de acuerdo en que bajo esta apariencia de querer la justicia y la libertad, lo que hay en realidad es una dictadura impositiva que anula la dignidad humana y, como muy bien expresas, todo derecho a ser libre y a ejercer la búsqueda del bien y la verdad.

La cuestión para mí es ¿porqué en unas sociedades que llamamos democráticas permitimos que suceda esto? Porque los dictadores que nos imponen el aborto, el mal llamado matrimonio homosexual, la asignatura EPC, los programas basura en la TV, y tantas otras cosas, han sido elegidos libremente por el pueblo. Quizá lo que sucede es que la gente está engañada, autoengañada a veces, con tanto eufemismo y tanta comedura de coco.

Pienso que, como dices, es necesario que pongamos las cartas sobre la mesa y empecemos a llamar a las cosas por su nombre. Si seguimos aceptando las medias tintas sólo conseguiremos ir cuesta abajo. Un abrazo.

Salvador Pérez Alayón dijo...

Gracias por tu opinió, Fernando, y es verdad, nos estamos destruyendo miserablemente y, aunque no particepemos en esa destrucción, sí estamos inmersa en ella y nos afecta y engulle.
Un abrazo.

Salvador Pérez Alayón dijo...

Sí, Fotelias, el mal hace estrago, pero no podrá vencer, porque el ESPÍRITU está con nosotros y mientras no nos entreguemos a él, la Gracia del ESPÍRITU nos salvará.
Tenemos la promesa de JESÚS y esa siempre se cumple.
Un fuerte abrazo en XTO.JESÚS.

Salvador Pérez Alayón dijo...

Esa es la pregunta, eligelavida, ¿por qué se permite esto? ¿Por qué elegimos siempre a los mismos? ¿Por qué no le damos la vuelta a la tortilla a ver que pasa? No creo que sea peor.
Yo ya he empezado, llevo dos legislatura votando a partidos, aunque sean insignificante y pequeños, que prometen defender los valores que defienden la dignidad del hombre.
Un fuerte abrazo en XTO.JESÚS

ÚLTIMAS REFLEXIONES